A la hora de dar un poder a otra persona hay que saber qué facultades se quiere que tenga.

Entre los tipos de poderes existen: un poder para ser representado en un juicio, un poder para vender o comprar un inmueble o un poder general entre otros.

Podríamos seguir enumerando posibles tipos de poderes, pero lo fundamental es saber qué facultades se quiere dar y a qué persona se le confían, ya que actuará representando al poderdante, de manera que los actos que realice producirán los mismos efectos que si los realizase el mismo poderdante.